En menos de un mes, al menos 40 policías, entre ellos cuatro oficiales, han sido protagonistas de graves casos de corrupción que han afectado la imagen de la institución uniformada y minado la confianza de los ciudadanos.
El último caso es el del coronel Manuel Ibárcena, que laboraba en el Estado Mayor General, y de otros 39 policías bajo investigación en La Libertad y el Cusco, algunos de los cuales están prófugos. Ellos incurrieron en graves delitos que habían jurado combatir.
Se emitirá un decreto de urgencia que permitirá pasar al retiro, de forma inmediata, a los efectivos de la Policía Nacional que estén involucrados en actos dolosos o faltas graves y que, “por entrampamientos legales, aún continúan formando parte de la institución”.
“Respaldamos plenamente a los buenos policías, pero seremos implacables con los malos elementos que deshonran a la Policía. Ningún cambio será posible si mantenemos dentro a personas no idóneas para esta delicada función”, expresó el mandatario en la ceremonia por el 31 aniversario de la PNP.