«Espero se entienda que la detención de Alan García significaba para la mayoría de este país, una celebración. Su cobarde suicidio (o intento de) no puede transformar a Garcia en un mártir, un pobrecito, al cual debemos respetar su memoria. Fue su decisión, la cual impacta cobardemente en todos. Cayó, vivo o muerto, y es el fin de un era nefasta de corrupción bajo su mando. Se que la mayoría lo hubieramos preferido tras las rejas, pero no dejemos que este hecho cambié la historia y muestre a Garcia por lo que realmente es, un cobarde ladrón mentiroso.
Los apristas van a decir que su suicido fue producto del odio; no es así. Su suicido ha sido producto del miedo a dar la cara por los cientos de delitos cometidos en sus gobiernos. Su ego era/es tan grande que prefiere morir para transformar su memoria y glorificarlo durante años. El delirio era colosal, y su inteligencia también, pero su muerte como estrategia de liberar la memoria del hombre no debe ser permitida. No hay nada que glorificar.
Lamento que su familia tenga que enfrentarse a sus mala decisiones.»..» popi olivera.